Hagamos que la sororidad deje de ser sólo un concepto

La primera vez que escuché la palabra sororidad yo estaba en clase de etimologías de la prepa y me pareció una palabra hermosa.

Viene del latín sor que significa hermana, la sororidad es una hermandad de mujeres.

La primera vez que escuché la palabra fraternidad no la recuerdo. Desde que tengo memoria la conozco.

Fraternidad es una hermandad de hombres en la que se apoyan y son solidarios.

En ese momento no entendí porqué era tan desconocida una y la otra tan popular si al fin y al cabo significan lo mismo.

Conforme fui creciendo noté que a las mujeres no nos educan para ser solidarias entre nosotras, todo lo contrario, nos crecen inconscientemente para ser competencia. Es decir, la sororidad no se inculca en la gran mayoría de nosotras.

¿Cuántas veces no han hablado mal de otra niña por envidia? Yo no podría contarlas.

Cuando lo entendí decidí hacer de la sororidad un estilo de vida.

Si voy a hablar de otra mujer, va a ser con admiración. Empecé a reconocer y felicitar los éxitos de las demás porque también se lo merecen.

Esto no significa que me tengan que agradar todas las mujeres, siempre habrán personas con las que no congeniaremos. Si no tengo nada bueno que decir sobre alguien simplemente no diré nada. Sororidad es que si esa mujer algún día me necesita, aquí estaré para apoyarla.

Les regalo esta palabra por si no la conocían, espero que juntas logremos hacer que deje de ser sólo un concepto y se vuelva nuestra prioridad.