Vieja carta para mi abuelito ausente

30/10/14

Abuelito:

Ya han pasado más de diez días desde que te fuiste.

Aún me parece muy surreal tu partida, cuando voy a tu casa pienso que te veré sentado en la mecedora frente al televisor, pero ya no estás.

Me consuela saber que ya estás descansando, lo necesitabas. Eso ya no era vida.

Te escribo esta carta para decirte todo lo que no te dije cuando estabas aquí, y para disculparme por el mismo motivo. Lamento no haberte dicho en vida cuánto te quería.

Recuerdo mucho que en el verano en el que Balbino y yo trabajamos en la oficina de papá, cuando tú aun trabajabas ahí, te acompañé a una tienda para recoger unas cosas, ya que mi aun mantenida inutilidad no me permitía hacer nada más. No sé por qué tengo aquel vívido recuerdo en mi mente.

Recuerdo estar sentada junto a ti en esa carcacha que manejabas, que te bajaste y que me quedé esperando a que regresaras en el asiento de copiloto. Fue algo tan simple, tan mundano, pero recordarlo me llena de alegría, no sé si fue porque a esa edad no me dejaban sentarme adelante y tú sí me dejaste; lo único que sé es que estar contigo me hacía muy feliz.

No recuerdo muchas escenas en las que interactuamos, pero sí muchos momentos en los que yo te veía a lo lejos.

Suelo pensar que cada momento con una persona querida es un recuerdo y que cada recuerdo es una sonrisa. Pero ahora cada recuerdo es una lágrima. Una lágrima llena de cariño y remordimiento.

Te veo en la playa, en casa de tía Vilma, sentado frente al mar leyendo «El conde de Montecristo». Te veo en el comedor de mi casa, cuando comías y sólo escuchabas las conversaciones, nunca opinabas. También te veo en el hospital, postrado en la cama mientras respondías, haciendo un gran esfuerzo, «yo también te quiero».

Fue la única vez en la que conscientemente te lo dije. Lo siento, abuelito, perdón por no decirlo a menudo; pero yo sé que ya lo sabías, así como yo sabía que tú me querías.

Era como un acuerdo implícito, nunca hablado, que teníamos entre los dos.

Fuiste mi único abuelo.

Te ama y te extraña,

tu nieta Ani.

Deja un comentario